VULVOVAGINITIS: TRATAMIENTOS NATURALES PARA EL ALIVIO DE SÍNTOMAS
En este artículo hablamos de lo que nadie quiere hablar pero que padecemos muchas mujeres, vulvovaginitis, una la inflamación de la vulva que se caracteriza por síntomas de ardor, quemazón, escozor, irritación y malestar en la vulva que pueden padecer las mujeres de cualquier edad.
El origen de la vulvovaginitis se puede encuadrar en 3 grandes grupos:
Vulvovaginitis microbiológicas:
En este caso, el origen se debe a infecciones de hongos, bacterias o parásitos en la zona vaginal que producen ardor, inflamación, flujo abundante, fisuras y escozor. Las infecciones pueden ser por una alteración de la microbiota vaginal y como la Candidiasis o por infecciones de transmisión sexual como puede ser la Tricomoniasis.
Vulvovaginitis por deficiencia inmunológica:
En este caso el origen se debe a una disfunción del sistema inmune, donde nuestro sistema inmune funciona por defecto o por exceso, es decir, por defecto no puede protegernos frente alérgenos externos, y por exceso arrasa con cualquier organismo, incluida nuestra propia microbiota vaginal.
En muchos casos esto genera una hiperactivación inmunológica de alergias, como puede ser una dermatosis vulvar que puede ocurrir a causa de una reacción alérgica a jabones, cremas, espermicidas o ropa sintética.
Si el origen es un problema de autoimunidad, tenemos casos como el Liquen que afecta la piel de la vulva, produciendo una inflamación crónica. Esta condición causa principalmente un intenso picor y hace que las estructuras de la vulva pierdan elasticidad, similar a una atrofia.
Vulvovagitis atrófica:
Su origen es la alteración de los estrógeno que hace que los tejidos que revisten el interior de la vagina se adelgacen, se sequen e inflamen. Suele suceder en mujeres que han entrado en el climaterio o menopausia, pero también puede ocurrir durante la lactancia o en cualquier otro momento en el que la producción de estrógenos es menor.
La inflamación, malestar, irritación y escozor con síntomas comunes que puede abarcar desde el clítoris, vestíbulo, labios puede y generar dolor mientras se mantienen relaciones sexuales o permanecen mucho tiempo sentadas.
Es posible que el origen de la vulvovaginitis se solape, es decir, puedes tener una insuficiencia del sistema inmune y a la vez tener una atrofia en las paredes vaginales o una infección, por este motivo es vital encontrar una ginecóloga especializada en estos temas para que te ayude a tener un diagnóstico claro y te recomiende un tratamiento específico a tus necesidades.
La vulvovaginitis afecta a muchas mujeres de todas las edades que tienen una o varias características comunes:
- Infección por el virus del papiloma.
- Alergias o hipersensibilidad a varias sustancias.
- Uso de anticonceptivos hormonales.
- Alteraciones persistentes del PH vaginal.
- Estrés, ansiedad.
- Alta sensibilidad en la zona vulvar.
- Insuficiencia del sistema inmunológico.
- Cambios hormonales.
- Mujeres que han sufrido abuso sexual.
- Mujeres que han hecho crioterapia y terapias con láser.
El impacto físico y emocional de la vulvovaginitis es brutal, primero porque se vive en silencio, con sentimientos de vergüenza, pudor e inseguridad. En muchos casos son mujeres que no disfrutan su sexualidad y esto afecta a sus relaciones íntimas. Además en el día a día el malestar puede incomodarles hasta tal punto, que no pueden permanecer sentadas durante mucho tiempo o hacer actividades tan comunes como ir en bicicleta o que expongan su zona vulvar a la fricción o presión con cosas externas.
Recomendaciones amorosas para gestionar los síntomas de forma natural y holística.
Seguramente si estás leyendo estas líneas es porque en este espacio promovemos la salud natural, por eso te recomendamos que recurras a opciones respetuosas con tu cuerpo:
– Protege tu PH vaginal: evita utilizar jabón convencional y sobre todo cualquier producto que contenga fragancias. Si vas a utilizar un jabón, asegúrate que sea hipoalergénico y natural. Lavar el área genital suavemente, sólo con agua, puede reducir la irritación y al secar, hazlo suavemente con palmaditas suaves.
– No lo vivas sola: busca apoyo psicológico para gestionar las emociones, a veces el simple hecho de compartir nuestra experiencia y frustración nos ayuda a gestionar el día a día con una menor carga emocional.
– Utiliza ropa que respete tu vulva: no utilices compresas ni bragas sintéticas, utiliza algodón natural y evita utilizar tangas o ropa ajustada.
– Ojo con los lubricantes: si necesitas utilizar lubricante, utiliza aceites ecológicos de almendra o moringa, evita lubricantes o preservativos con sabores o ingredientes sintéticos.
– Ejercicios de suelo pélvico: especialmente si has parido o estás entrando en la menopausia, ejercitar tu suelo pélvico te ayudara a fortalecer la musculatura interna de tu vagina y tu perineo.
– ¡Qué corra el aire! Aumenta la ventilación en la zona íntima, evita dormir con braguitas.
– Mima tu vulva como se merece: Nuestros baños de asiento Vulva Bliss Sitz Bath son un respiro para gestionar la inflamación, el dolor, ardor y malestar de tu zona más íntima. Una poderosa mezcla de plantas que combina Hamamelis, Milenrama, Tomillo, Vid Roja y Caléndula, con propiedades antisépticas, calmantes, antiinflamatorias y relajantes para mimar a tu vulva como se merece.
¿Cómo se utilizan los baños de asiento?
Hierve durante 10 minutos a fuego lento 2 cucharadas soperas de plantas medicinales por 2 litros de agua. Deja reposar las plantas en la olla tapada hasta que se enfríe y cuélala. Utiliza un contenedor que no sea muy alto como un bidé o un barreño para que puedas cubrir toda la zona vaginal. Siéntate sobre los baños y disfruta de un placentero momento que paz. Te recomendamos 1 o 2 baños de asiento diarios mientras duren los síntomas.
También puedes utilizar esta infusión después de orinar o de tener relaciones sexuales con una botella de ducha vaginal y secarte con palmaditas suaves para evitar la irritación.
Y como siempre te recomendamos que priorices tus cuidados y que te quieras bien.
Este artículo es de carácter informativo y no intenta diagnosticar, ofrecer tratamiento médico, nutricional o reemplazar el consejo de una terapeuta profesional. Consulta con una profesional de la salud antes de comenzar cualquier tratamiento.
Bibliografía:
- https://www.sciencedirect.com/topics/medicine-and-dentistry/vulvodynia
- https://www.elsevier.es/es-revista-clinica-e-investigacion-ginecologia-obstetricia-7-articulo-vulvodinia-un-problema-olvidado-dificil-S0210573X11000633
- https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/16599320/
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- https://linkinghub.elsevier.com/retrieve/pii/S0002937806011604
- https://academic.oup.com/bjd/article-abstract/162/6/1180/6642784?redirectedFrom=fulltext