DETOX HORMONAL: ESTRÓGENOS E HISTAMINA

Las hormonas son sustancias químicas producidas por las glándulas endocrinas que viajan a través del torrente sanguíneo a diferentes tejidos y órganos para coordinar todas las funciones de nuestro organismo. Las hormonas son esenciales y tienen un gran impacto en nuestra salud, especialmente en la manera que vivimos nuestro ciclo, fertilidad, climaterio y menopausia.

Cuando comenzamos a menstruar, nuestro cuerpo produce cada mes hormonas que, una vez que cumplen su función, deben ser eliminadas. Entre estas hormonas se encuentran los estrógenos, que son fundamentales en nuestro ciclo menstrual y son las encargadas de regular nuestro metabolismo, termorregulación y salud muscular y ósea.

Este proceso se lleva a cabo en dos fases, primero, los estrógenos son procesados por el  hígado y luego son trasladados al intestino delgado para su eliminación. Sin embargo, si el intestino carece de las enzimas necesarias para eliminar adecuadamente los estrógenos pueden reactivarse y ser redistribuidos por el cuerpo, convirtiéndose en hidroxiestrógenos.

Un gran volumen de hidroxiestrógenos pueden tener graves implicaciones en la salud, especialmente en relación con el hiperestrogenismo, síntomas premenstraules, cambios de humor, endometriosis, inflamación, retención de líquidos y cáncer de mama.

La relación entre los estrógenos e histamina.

Cualquier desequilibrio hormonal tiene sus consecuencias, cuando nuestros niveles de estrógenos son más altos de lo normal, disparan a su vez los niveles de histamina.

La histamina es una sustancia química liberada por células inmunes, como los mastocitos, en respuesta a alérgenos, infecciones u otras señales de peligro. La histamina es conocida por su papel en la respuesta alérgica y la inflamación. Cuando se libera en exceso, puede provocar síntomas como picazón, enrojecimiento, hinchazón y dificultad para respirar.

La relación entre los estrógenos y la histamina es bidireccional, ya que los estrógenos pueden aumentar la liberación de histamina en ciertas células, lo que podría exacerbar los síntomas de la alergia e inflamación. Y por otro lado, los niveles elevados de histamina pueden afectar la capacidad del hígado para descomponer y eliminar los estrógenos de manera eficiente, generando desequilibrios hormonales. 

¿Qué puedes hacer para facilitar la detoxificación de estrógenos e histamina?

La desintoxicación de estrógenos e histamina se lleva a cabo principalmente a través del hígado. Por esta razón, una de las mejores maneras de apoyar la desintoxicación hormonal es concentrarse en desintoxicar y restaurar el hígado con estos actos de cuidados y amor propio:

• Nutre tu cuerpo: Consumir una dieta rica en vegetales, frutas, proteínas magras y grasas saludables es fundamental para apoyar la función hepática. Evita los alimentos procesados, grasas saturadas y azúcares refinados.
• Mantente hidratada: Beber suficiente agua es crucial para ayudar al hígado a eliminar toxinas del cuerpo de manera efectiva.
• Consume plantas detox: Las plantas hepáticas, como el cardo mariano, el diente de león ayudan a desintoxicar el hígado y mejorar su función. Conoce nuestras 11 plantas de detox favoritas en este artículo.
• Controla los niveles de estrés: El estrés crónico afecta a la función hepática. Meditar, hacer yoga, caminar en la naturaleza o practicar técnicas de breathwork mejorará tus niveles de cortisol y te ayudará a estimular la función hepática. 
• Evita toxinas y disruptores endocrinos: Limitar la exposición de toxinas ambientales, como los pesticidas, las sustancias químicas de los cosméticos y productos de limpieza te ayudará a disminuir la carga tóxica en el hígado.

¿Cómo puedes mejorar el tracto intestinal?

• Escucha a tu intestino: Si tienes gases, digestiones pesadas, diarrea, acidez, estreñimiento o inflamación, seguramente sufres de sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO). Acude a una especialista de la salud integral para que te ayude a controlarlo.
• Cultiva bacterias amigas: Los probióticos son microorganismos amigos que nos ayudan a restaurar y mantener el equilibrio de la microbiota intestinal. Los prebióticos son fibras no digeribles que alimentan a estos amiguitos. Alimentos ricos en probióticos, como el yogur, el kéfir, el tempeh y el miso, junto con alimentos ricos en prebióticos, como la cebolla, el ajo, los plátanos y los espárragos, te ayudarán a mimar a tu intestino.
• Enzimas digestivas: Consumir enzimas digestivas como la lactasa, lipasa, amilasa,  bromelina te ayudarán a digerir mejor los alimentos y absorber todos sus nutrientes.
• Evita alimentos irritantes: Ciertos alimentos como los lácteos, el gluten, alimentos picantes o procesados pueden irritar e inflamar el tracto intestinal, evítalos o cómelos en moderación. 
• Mueve el body: Cualquier tipo de actividad física estimula la motilidad intestinal y promueve la salud digestiva.
• Descansa como un bebé: La falta de sueño impacta la permeabilidad intestinal y reduce la diversidad de la microbiota intestinal, intenta dormir entre 7/9 h.
• Limita el consumo de alcohol y tabaco: Estas sustancias irritan la mucosa intestinal y dañan la microbiota intestinal, te aconsejamos que reduzcas o los evites por completo.

Como siempre, te animamos a que acudas a terapeutas de la salud integrativa y natural para que te puedan asesorar en tu camino hacia la plenitud y bienestar.